El 11 de marzo de 2011 Japón fue
afectado por un terremoto, el más potente sufrido en este país hasta la
fecha, y un tsunami producto de este juntos estos 2 eventos provocaron alrededor de 10.000 víctimas
y más de 16.000 desaparecidos.
Se estima que el terremoto y tsunami causaron en total pérdidas superiores a los US100 mil millones a la economía japonesa como también que las compañías aseguradoras tuvieron que hacerle frente a alrededor de US35 mil millones en daños causados en propiedades aseguradas, los cálculos indican que solo en las viviendas hubo daños por US20 mil millones.
Los daños causados a la
infraestructura del país fueron notables: la red de transporte vial
japonesa sufrió innumerables daños, una ola del tsunami anego el
Aeropuerto de Sendai como también algunas bases militares, se
inundaron varios puertos marítimos y las telecomunicaciones se
interrumpieron (debido a la caída de varios postes) se calculan que
en total las perdidas en infraestructura fueron alrededor de US30 mil
millones.
Tras la tragedia se tomaron diversas
medidas económicas en el país para superar la crisis
generada: el Banco de Japón(BOJ) transfirió US482 millones a 13 diferentes
bancos de la región afectada, se llevó a cabo
una inyección de liquidez de US183 millones a
la economía del país, se destinaron US60 mil millones para
la creación de un fondo de activos, se amplió el programa
de adquisición de activos hasta US488 mil millones en un intento por
estabilizar el sistema financiero del país y aumento
su deuda pública, la cual ya supera el 200% de su PIB el ratio más alto
para países industrializados.
Las principales empresas japonesas
tuvieron caídas importantes en su actividad productiva: Sony el 9%,
Nissan el 10%, Toyota el 8%, Honda el 5% y Toshiba el 16% como también la bolsa japonesa, el Índice de Nikkei cayó el 6.18%, esto
debido principalmente por
la suspensión de producción que se dio a raíz de los cortes eléctricos y los daños en la infraestructura.